Creyendo que era una estrella más, triste y errante rodeando a la tierra se encontraba el sol. En el preciso instante que se encontró con la luna se enamoró, de su calidez, su luz y esplendor. La luna mostraba un gran silencio ante el asombro del sol.
Al no encontrar respuesta, el sol, de una estrella fugaz se enamoró, del calor, de su luz y esplendor. La velocidad de esta le marcó, agachó la mirada y en la tierra encontró al gran espejo con color de profundidad, aromas de mar y fluidez azul. Lo que allí descubrió iluminó su despertar.
Vió su gran calidez, su gran luz y esplendor y desde entonces decidió amanecer para todos derramando su Amor, destilado en forma de luz, calidez y esplendor
Al no encontrar respuesta, el sol, de una estrella fugaz se enamoró, del calor, de su luz y esplendor. La velocidad de esta le marcó, agachó la mirada y en la tierra encontró al gran espejo con color de profundidad, aromas de mar y fluidez azul. Lo que allí descubrió iluminó su despertar.
Vió su gran calidez, su gran luz y esplendor y desde entonces decidió amanecer para todos derramando su Amor, destilado en forma de luz, calidez y esplendor
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