A menudo en consulta, después de la toma
de conciencia, esa décima de segundo en la que se produce una nueva conexión
neuronal y se comprende todo, mis clientes me preguntan:
- ¿Y como lo hago?
- Decidiendo, les contesto. La Decisión
genera una acción , y la acción da lugar a un resultado, ese resultado que
quieres incorporar en tu vida.
Las Decisiones son armas de construcción
masiva. Una a una cada Decisión que tomas, va dando forma a tu vida.
Cada día tomamos cientos, decidimos que
comemos, como nos vestimos, donde trabajamos, decidimos con quien compartimos
nuestra vida. Una a una van sumando, es nuestra manera particular de votar,
para obtener la vida que deseamos, para obtener la vida que nos merecemos.
En este momento de nuestra vida, en el
que buscamos la coherencia emocional, como base sobre la que instalar nuestra
tranquilidad y nuestra felicidad, aceptar la parte de responsabilidad que
tenemos, en aquellas situaciones que nos rodean es fundamental.
Lo que encuentras fuera, siempre tiene
que ver contigo, para entender aquello que encuentras fuera, solo has de
observarte y ver que guardas dentro.
¿Y cuando Decides, desde donde Decides?
¿Decides desde el amor o Decides desde el miedo? ¿Decides para ganar, o Decides
para no perder? Si Decides desde el amor, el resultado irremediablemente estará
ligado al amor, y por tanto cercano a éxito, si Decides desde el miedo, el
resultado irremediablemente estará ligado al miedo, y por tanto cercano a
perder. Esta pregunta antes de tomar una Decisión, puede hacer toda la
diferencia: ¿Desde dónde estoy Decidiendo?
Fue mi amigo Alejandro Vega, quien me
mostró el poder de Decidir hace ya unos años, aunque miro atrás y parece que
fue ayer. Y fue un gran regalo, de esos que te cambian la vida, pues Decidir es
liberador, transformador, empoderante, y puso mi vida en mis manos, ya nada
volvería a depender de nadie que no fuera yo!
Pero Decidir también es una
responsabilidad, Decidir te hace adulto emocional, pues te exime de buscar fuera,
responsables de aquello que sucede en tu vida, porque de alguna manera todo lo
has Decidido tú, quizás fue con un sí, quizás fue con un no, o quizás Decidiste
no Decidir, que es otra forma de Decisión.
Yo desde entonces, he Decidido DECIDIR mi
vida. ¿Y tú?
Justo Barroso
Experto en El método
DICEDIR
Acompañante en
BioNeroEmoción